¡EL AGUA Y EL ORO DE SANTURBÁN SON DE LOS COLOMBIANOS!

 
Sigue clamor de las regiones contra la explotación minera de las multinacionales.

Consulta popular sobre la explotación
extranjera del oro en Santurbán

Como consecuencia de la inhumana sobreexplotación capitalista de los recursos naturales del mundo y su consecuente afectación del medio ambiente hoy ya no podemos concebir el desarrollo económico, social y político de las naciones desligado de las necesarias medidas de mitigación del cambio climático, problema que a hoy convoca a reuniones, foros y acuerdos entre países, naciones y pueblos y que se plantea como eje fundamental del futuro inmediato de la humanidad.

Hernando Medina

Miembro del Comité para la defensa del Agua y Páramo de Santurbán

Minesa, Sociedad Minera de Santander S.A.S., anteriormente AUX, es la empresa que pretende explotar el oro en la provincia de Soto Norte, en Santander, en donde se encuentran los municipios del área de influencia del páramo de Santurbán. Fue comprada por el fondo soberano Abu Dabi Mubadala al grupo EBX, del brasileño Eike Batista. Es la empresa dueña de la mina La Bodega, alrededor de la cual intenta adelantar la explotación. Minesa reemplaza a Eco Oro Minerals Corp. (anteriormente Greystar Resources Ltd).

Tras la delimitación del páramo, hace dos años, proceso que llevó a cabo el Ministerio de Ambiente, la minera AUX fue una de las menos afectadas con la declaratoria de áreas de reserva ambiental. Cabe anotar, según lo expresó la misma Contraloría General de la República: “el proceso de delimitación de los páramos no se está cumpliendo de acuerdo con la normatividad ya que las CAR, en su gran mayoría, no elaboraron los estudios sobre el estado actual de los páramos ni los respectivos planes de manejo ambiental, y el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible ha sido permisivo frente a este incumplimiento”. Actitud muy conveniente para los intereses de los monopolios mineros que quieren a toda costa llevarse el oro de nuestras regiones. Minesa, aprovechándose de esta permisividad, quiere hacer minería subterránea por debajo de los 3.000 metros sobre el nivel del mar, y trata de confundir a las comunidades argumentando que no estará en las zonas de páramo sino en las zonas de subpáramo y de bosque alto andino; desconociendo así que el páramo es un ecosistema que arranca en la cúspide más alta (Morro Nevado) y llega hasta la misma meseta de Bucaramanga y al valle del río de Oro, de donde toma el agua Piedecuesta, para el caso de Santander. Todas las captaciones de agua del acueducto de Bucaramanga que surte además a Girón y a Floridablanca se afectarán con la explotación así se hagan por debajo de esa cota. Como bien lo señala Jorge Ortiz Prada, experto en el tema, “...La explotación subterránea que quiere desarrollar es más agresiva que la que se hace a cielo abierto. Al perforar miles de kilómetros de túneles, se afectarán directamente las corrientes subterráneas de agua, que son más importantes, incluso, que aquellas superficiales”.

Las posiciones extremas entre los municipios del área de Soto Norte y Bucaramanga y entre Santander del Norte y Santander, por el rumbo que debe tomar la explotación minera y la defensa del agua, deben superarse para poder enfrentar el poder central, que pretende entregar nuestros recursos a las multinacionales y acabar al tiempo con las condiciones medioambientales y productivas de estas regiones. Estos municipios, literalmente viven sobre una mina de oro, que de explotarse adecuadamente les permitiría un desarrollo digno y a largo plazo pues son cuantiosas las riquezas que allí existen. Igualmente si entregamos la explotación minera a los monopolios extranjeros, no solo se llevaran nuestro oro sino que acabarán con el medio ambiente y envenenarán el agua que hoy surte muchos municipios de los dos Santanderes.

Es cierto, que la gran minería como los combustibles fósiles son los principales agentes contaminantes del medio ambiente y causantes en gran escala del deterioro climático. También es cierto que la humanidad debe progresivamente reemplazar estos combustibles por energías sanas y adoptar prácticas mineras que no lesionen el medio ambiente.

Es de vital importancia propiciar la unidad del Gran Santander en defensa del agua y del buen vivir de los pobladores de los municipios del área de influencia de Santurbán, “... ahondar las diferencias lejos de acercar soluciones y cambios duraderos para el desarrollo territorial, nos aleja de la aspiración de construir territorios con prosperidad...”, lo ideal sería que pudiéramos realizar una consulta democrática sobre la presencia de las multinacionales en nuestras regiones. Ni Minesa ni ninguna multinacional imperialista en Santurbán. Lo que los santandereanos necesitamos es que salgan del departamento y de Santurbán todos los monopolios mineros extranjeros.

Minesa no puede seguir confundiendo a los santandereanos con la anuencia de los gobernantes locales y municipales y uno que otro áulico de los medios de comunicación. Ellos pretenden aliviar la presión social asegurando que la explotación subterránea no es dañina y adelantando actividades de mitigación de la presión social como: siembras de unas cuantas especies de árboles; creando organizaciones con los habitantes de Soto Norte; haciendo acuerdos y convenios con universidades e instituciones como el Sena para “preparar” a los habitantes de las zonas de impacto directo (Suratá, California, Vetas, entre otros); realizando convenios con las mismas autoridades ambientales, como el Ministerio de Ambiente, la Cdmb, la CAS y Corponor; propiciando acuerdos y convenios con la Unicef (organismo de la ONU), con el argumento de vincularse a los programas de protección y educación de la niñez y la juventud; igualmente con la Unesco. Para ello han acudido al mecanismo de las becas para los estudiantes; patrocinando actividades en deportes como el ciclismo y el fútbol; permeando el tradicional torneo futbolero de la cancha Marte; regalando guitarras y otros instrumentos musicales, pagando maestros y patrocinando la creación y funcionamiento de agrupaciones; y lo último dando un millonario aporte a las víctimas de Mocoa. ¡Y todo para lograr la licencia de explotación!

Minesa busca habilidosamente corregir los errores que cometió Eco Oro y que merecieron el rechazo multitudinario de los santandereanos en las calles y en las redes y por eso su estrategia de acercamiento a los mandatarios, a los medios y a los ciudadanos. Los ambientalistas, los movimientos sociales, los pobladores de los municipios no podemos seguir ahondando las diferencias, poniendo en polos antagónicos el desarrollo de las regiones y la defensa del medio ambiente. No es lo uno u lo otro, es el desarrollo en nuestras propias manos. Por ello es de singular importancia que por un medio como la consulta popular podamos decidir qué es lo que queremos.

Como consecuencia de la inhumana sobreexplotación capitalista de los recursos naturales del mundo y su consecuente afectación del medio ambiente hoy ya no podemos concebir el desarrollo económico, social y político de las naciones desligado de las necesarias medidas de mitigación del cambio climático, problema que a hoy convoca a reuniones, foros y acuerdos entre países, naciones y pueblos y que se plantea como eje fundamental del futuro inmediato de la humanidad. Colombia no escapa a tal sentir y en ese sentido hay que entender las últimas medidas de protección de los páramos tomadas, que aunque no resuelven totalmente el peligro de la gran minería monopolista, pone algunas trabas para que tras la acción de cabildeo corrupto de los monopolios, no le quede tan fácil a las autoridades entregar permisos ambientales por doquier a cambio de dádivas tipo Oderbercht. Igualmente las regiones y/o los municipios deben apropiarse de la estrategia democrática de consultar a sus pobladores sobre la suerte que desean para sus zonas.

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