Una alternativa para un nuevo Chile. La construcción del Frente Amplio

 Beatriz Sánchez, candidata presidencial de Revolución Democrática y del Movimiento

 

Autonomista por el Frente Amplio, con Miguel Ángel Delgado.

Miguel Ángel Delgado R.Miembro del Comité de Redacción de La Bagatela / corresponsal en Chile

El llamado duopolio en Chile ha acaparado la política y el gobierno de este país en los últimos 27 años, luego de 17 años de una dictadura feroz, que aplicó a rajatabla los cánones del capitalismo salvaje: la apertura económica y la privatización. Sus protagonistas son la Concertación de Partidos por el No, coalición que se conformó en el año de 1988 para combatir la dictadura, transformada luego en Concertación por la Democracia y trasmutada en el año 2013 en Nueva Mayoría de un lado, y Alianza por Chile, hoy Chile Vamos, alianza de partidos de derecha.

Si el régimen de dictadura de Pinochet en su final se pudiera resumir en dos resultados económicos y sociales, podría decirse que uno sería la pasmosa concentración de la riqueza y, por ende, una profunda desigualdad humana, y el otro, la privatización de la seguridad social, la educación, la salud, los servicios públicos y la vivienda.

Ninguna de estas situaciones ha sido resuelta en estos 27 años de la denominada transición a la democracia.

Según el economista Thomas Piketty, en Chile el 1% de la población posee el 36% de la riqueza, la más alta del mundo1. El periodista Rafael Urriola sostiene que “Las poquísimas familias que poseen más de 100 millones de dólares de patrimonio en Chile (45 en 2014 y 119 en 2015) aumentaron en términos absolutos sus haberes desde 36.245 millones de dólares a 52.183 millones de dólares en solo un año…”2. Para la Fundación Sol 1.086.1623 trabajadores reciben el salario mínimo, que para 2017 es de US$393.

Las multitudinarias marchas contra el sistema pensional, las permanentes protestas estudiantiles por una educación gratuita y de calidad, la frase común “la atención en salud no depende de su enfermedad sino de su dinero”, servicios de comunicación, agua, luz, gas y transporte deficientes y costosos, 36.023 familias campamentarias en viviendas precarias sin agua, electricidad ni alcantarillado, todo esto dice que la privatización de los servicios sociales en Chile fracasó.

Más allá de las manifestaciones de oposición a los crímenes de la dictadura que produjo al menos 35.000 víctimas entre muertos, torturados y desaparecidos y alrededor de 200.000 detenidos y exiliados, muchas de las figuras del duopolio político justificaron el golpe de Estado de 1973 y su política económica, implementada tempranamente en Chile por los Chicago Boys de Milton Friedman.

Patricio Aylwin, primer presidente del período en 1990 y representante de la Democracia Cristiana expresó en agosto del 1973 en entrevista al Washington Post que “si le dieran a elegir entre una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda” (y la segunda fue). En marzo de 1995 dijo que “durante el régimen militar no todo fue negro”, y agregó como positivas “las reformas económicas de saneamiento, liberalización y apertura de la economía chilena”4.

Sebastián Piñera, primer presidente de derecha del partido Renovación Nacional, según el economista estadounidense James S. Henry cuando se enteró del golpe contra Salvador Allende con júbilo expresó “ganamos”5, años después, en septiembre de 2013 aseveró que el golpe de Estado era un “desenlace previsible” ante la “penosa agonía de los valores de la sociedad chilena”6, en diciembre de 2010 declaró: “leyendo las filtraciones de Wikileaks no recuerdo en detalle cada una de esas conversaciones, pero nada de lo filtrado me parece inverosímil... yo pude haber dicho que era importante mantener la obra modernizadora del gobierno militar y que había sido un mérito de la Concertación el haberla mantenido. Es posible que lo haya dicho, porque, por lo demás, lo pienso”7.

Chile Vamos es la alianza de partidos de los grandes empresarios, al servicio de las diez o doce familias multimillonarias, entre las que la de Sebastián Piñera, el virtual candidato presidencial de esta coalición, ocupa el tercer lugar (su fortuna asciende a más de 2.700 millones de dólares).

La Nueva Mayoría integrada básicamente por la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, ha ejercido el gobierno durante la mayor parte del tiempo en este regreso a la democracia. Ha gobernado manteniendo las líneas económicas de la economía de mercado. Vive una crisis sin retorno por la decisión de la senadora Carolina Goic, de la DC, de mantener su candidatura hasta el final, lo que rompe de hecho la coalición y la divide con la candidatura de Alejandro Guillier respaldado por el PS. Además de esto, se destapó el escándalo de las multimillonarias inversiones de los fondos del Partido Socialista en papeles de grandes empresas privadas y estatales.

Los dos agrupamientos también arrastran una alta dosis de corrupción, que tiene en el escándalo Soquimich (Sociedad Química y Minera de Chile) su más alta expresión y que involucra antecedentes desde la época del gobierno militar.

“Luego de varios gobiernos democráticos, Chile sigue siendo el único país de Latinoamérica que aún tiene una Constitución hecha en dictadura”8. Este mensaje de Beatriz Sánchez, precandidata del Frente Amplio, resume, de manera inequívoca, la situación política y social en Chile.

El Frente Amplio es la coalición de agrupaciones de izquierda, independientes y democráticas, que irrumpe con mucha fuerza en el panorama político chileno. Conformada por Revolución Democrática, Movimiento Autonomista, Partido Humanista, Partido Liberal, Partido Pirata, Izquierda Libertaria, Partido Ecologista Verde, Nueva Democracia, Poder Ciudadano, Izquierda Autónoma, Movimiento Democrático Progresista y Partido Igualdad.

“Creemos en un Chile para todos y todas, respetuoso del medio ambiente y donde los derechos sociales sean la base de una democracia plena. Creemos que una sociedad de derechos sólo es posible superando el actual modelo económico neoliberal. Para cumplir estos objetivos, creemos en la necesidad de generar una fuerza política y social transformadora que sea una alternativa al duopolio conformado por la derecha y la Nueva Mayoría. Creemos en la unidad en la diversidad de las fuerzas de cambio, con vocación participativa, democrática y plural capaz de actuar con total independencia del poder empresarial. Creemos en la democracia participativa, por ello construiremos nuestro programa de forma abierta y vinculante”9.

El Frente Amplio decidió recolectar firmas para participar en las primarias legales que se realizarán el próximo 2 de julio y escoger entre dos precandidatos, Beatriz Sánchez, periodista independiente, y Alberto Mayol, sociólogo y académico. En un mes recogieron 40.000 firmas, lo que constituyó todo un éxito político.

El Frente Amplio fue creado el pasado enero y a tan solo cuatro meses de su fundación uno de sus candidatos, Beatriz Sánchez, figura de segunda (21%) en la última encuesta conocida, por detrás de Sebastián Piñera (33%) de la derecha, pero sobrepasando a Alejandro Guillier (19%) candidato oficialista y lo que es sorprendente, le ganaría a Piñera en la segunda vuelta10.

El Frente Amplio, aparte de las agrupaciones políticas, ha concitado a numerosísimas personalidades y organizaciones sociales, sindicales, ecologistas, indígenas, estudiantiles, académicos, viviendistas, de mujeres, barriales, artistas y populares, entre las que se destaca el movimiento NO+AFP, que ha movilizado millones de personas contra el régimen pensional privado.

Para Andrés Dibán, secretario ejecutivo nacional de Revolución Democrática, el Frente Amplio enfrentará como reto, de aquí al 19 de noviembre, día de las elecciones presidenciales y parlamentarias, “la disputa territorial y cultural en la que se funde la coyuntura electoral, con el proceso de transformación social más profundo en las localidades, comunidades y espacios basales donde la política hoy es muestra y expresión de clientelismo, prebenda, mala práctica y total abandono de la sociedad civil y las agrupaciones fuera de la institucionalidad formal. En este escenario y contexto, el Frente Amplio (además de ser una alternativa viable de gobierno desde el ejecutivo y la posibilidad real de tener una bancada que se enfrente a la política endémica del actual parlamento), es una plataforma de construcción de un nuevo proyecto de país, desde la participación vinculante de las y los ciudadanos, instalando la disputa local y el cimiento basal, como la piedra angular de la revolución que encabezamos en los próximos años, desde los sindicatos, gremios estudiantiles, docentes, portuarios, transportistas, federaciones, clubes deportivos, centros culturales autónomos, etcétera”.

El Frente Amplio funda sus reales aspiraciones de gobernar a Chile en los próximos años en el absoluto descontento de la población con la situación económica y social, que se traduce en la dramática abstención electoral. Y en un trabajo serio, planificado y permanente cumpliendo con sus postulados y compromisos ante el pueblo, algo así como una “revolución silenciosa” como calificara el diario británico The Guardian el triunfo de Jorge Sharp (su emblemático alcalde) en el Puerto de Valparaíso.

Viña del Mar, 22 de mayo de 2017.

Notas

1    http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2015/01/14/piketty-y-la-desigua…

2    http://www.granvalparaiso.cl/destacado/la-obscena-concentracion-de-la-r…

3    http://www.fundacionsol.cl/2015/07/radiografia-al-salario-minimo-mas-de…

4    http://www.latercera.com/noticia/los-dichos-historicos-de-patricio-aylw…

5    https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/sebastian-pinera/economista-re…

6    http://www.libertaddigital.com/internacional/latinoamerica/2013-09-11/p…

7    https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/sebastian-pinera/sebastian-pin…

8    https://twitter.com/BeaSanchezYTu/status/864583885870465025

9    http://frente-amplio.cl

10   http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/05/17/encuesta-criteria-re…

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