La Universidad Distrital y el debate por la matricula cero como garantía del derecho fundamental a la educación

 El gobierno Duque debe entregar los recursos suficientes para garantizar matrícula gratuita a los estudiantes de las diferentes universidades e instituciones de educación superior del país, especialmente a aquellas en las que aún no se les ha resuelto el tema de la matrícula. Estos son solo algunos de los síntomas que se han agravado debido al covid-19, pero que revelan una cruda y dolorosa radiografía de lo que es nuestra realidad nacional, en sus diferentes niveles, que se deben a la infame enfermedad del neoliberalismo, modelo que viene siendo aplicado durante más de 30 años y que hoy nos muestra, con mayor claridad que nunca, los gigantescos estragos que ha causado.

Por Carlos Stiven Mosquera

Dirigente Nacional de la Juventud Patriótica (JUPA)

Para nadie es secreto que la emergencia sanitaria por cuenta de la pandemia del covid-19 ha representado un cúmulo de problemáticas para los colombianos que se debaten entre conservar la vida a través del confinamiento y el aislamiento físico, o arriesgar su existencia al salir a la calle a rebuscarse los medios materiales por medio de los cuales pueda garantizar su subsistencia. Situación que aqueja principalmente a las familias de menores estratos y es una evidencia más de las gigantescas brechas de desigualdad, pobreza y exclusión social de carácter estructural presentes en nuestra sociedad.
Es bajo la consigna de que la elección para los estudiantes de las diferentes IES públicas del país y sus familias no puede ser “hambre o educación”, que en todo el territorio nacional se viene levantado la voz de las comunidades universitarias exigiendo al gobierno nacional, principalmente, que asuma por lo menos durante esta época de crisis económica, el valor de las matrículas de los estudiantes de las universidades públicas del país.

Por su parte, el gobierno nacional ha respondido a las exigencias del movimiento estudiantil y universitario, con una destinación presupuestal de tan solo 97 mil millones de pesos para ser distribuida, por concepto de apoyo para matriculas, entre las 63 instituciones técnicas, tecnológicas y universitarias públicas del país. Cifra que es a todas luces insuficiente y que pone nuevamente a las IES a asumir las responsabilidades que el Estado debería asumir en medio de las actuales condiciones por las que atraviesa la nación.

En el caso particular de la universidad Distrital, el estamento estudiantil en compañía del profesoral, hemos venido organizándonos y exigiendo matricula cero así como garantías académicas y de bienestar universitario, especialmente en términos de conectividad y apoyo alimentario, dos temas esenciales a la hora de enfrentar un semestre desde la modalidad virtual por los verdaderos y poderosos desafíos que esta representa para la comunidad universitaria, más aún cuando el 98% de los estudiantes pertenecen a los estratos 1, 2 y 3. Es decir, los sectores más afectados por la crisis económica y social.

Hasta el momento, los estudiantes hemos conquistado a través de la presión y la agitación, que la administración de la universidad garantice de manera parcial y con dificultades, los apoyos de conectividad y alimentación a cerca de dos mil quinientos estudiantes.

Igualmente, desde el estamento estudiantil, se presentaron diferentes alternativas y propuestas para que la administración de la universidad y, especialmente, el gobierno distrital en cabeza de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, destinara los recursos suficientes (11.000 millones) que, sumados a los 2.600 millones provenientes del gobierno nacional por concepto de apoyo para matriculas, se aprobara que en la universidad del Distrito Capital, la ciudad con mayor músculo financiero del país, y que posee un presupuesto global para educación en el año 2020 de 3,9 billones de pesos; brinde matrícula gratuita a los estudiantes de la institución para el primer y segundo semestre del año, tal y como lo han alcanzado universidades en diferentes regiones del país como la Universidad de Cundinamarca, Unillanos, la UIS, Univalle, entre otras.

Ahora bien, frente a esta solicitud, el pasado 16 de julio, el Consejo Superior Universitario aprobó, con la participación de la administración distrital, la formulación de una propuesta que, presentada por la comisión tercera del CSU, permita realizar una reforma al presupuesto general de la institución con fin de que se destinen los recursos necesarios, en cifras redondas 11 mil millones, para que sea una realidad la matrícula cero en la institución. Frente a esto, es preciso destacar la importancia que tiene la aprobación de la matricula gratuita para el semestre 2020-2.

No obstante, es igualmente importante indicar que la forma en que fue aprobada la matricula cero de esta manera, pone a la universidad en tanto que contribuye a profundizar el proceso de desfinanciación histórica de la institución que, para el presente año, alcanza una cifra aproximada de 88 mil millones de pesos. Esta situación de la Distrital como la de muchas otras universidades a nivel nacional, obedecen al abandono de las responsabilidades por parte del gobierno nacional en relación con la actual situación que aqueja la existencia misma de las Instituciones de Educación Publica en todo el territorio nacional.

Vale la pena insistir en que el gobierno Duque debe entregar los recursos suficientes para garantizar matrícula gratuita a los estudiantes de las diferentes universidades e instituciones de educación superior del país, especialmente a aquellas en las que aún no se les ha resuelto el tema de la matrícula. Estos son solo algunos de los síntomas que se han agravado debido al covid-19, pero que revelan una cruda y dolorosa radiografía de lo que es nuestra realidad nacional, en sus diferentes niveles, que se deben a la infame enfermedad del neoliberalismo, modelo que viene siendo aplicado durante más de 30 años y que hoy nos muestra, con mayor claridad que nunca, los gigantescos estragos que ha causado.

Finalmente, es bueno advertir al gobierno nacional que el movimiento estudiantil, así como los diferentes sectores de la sociedad, hoy somos más conscientes que nunca de la inconveniencia en las políticas que viene desarrollando y que en medio de la contingencia se han profundizado. La política del no futuro para la juventud no prevalecerá. No nos queda de otra a quienes nos hemos propuesto cambiar las condiciones del país, que optar por la unidad y la organización para enfrentar las políticas y decisiones que en nada se corresponden con el clamor y la realidad nacional.

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