Movilización social

No hay impunidad que dure cien años

A propósito de los asesinatos, torturas, violaciones y demás atrocidades cometidas por la fuerza pública a ciencia y paciencia del uribismo y del gobierno de Duque durante los días del paro iniciado el 28 de abril, cae bien esta noticia: la sentencia a cadena perpetua contra el genocida Ratko Mladic, más conocido como “carnicero de los Balcanes”, fue confirmada el pasado 8 de junio.

El jefe político de Ratko Mladic, Radovan Karadzic, cumple ya la misma condena, proferida como castigo por la muerte de unos 8.000 hombres y adolescentes bosniacos en 1995 en Srebrenica (Servia).

¿Qué ha cambiado en la mentalidad de los colombianos con el Paro Nacional?

El proceso de movilizaciones sociales acontecido durante el gobierno de Iván Duque ha permitido consolidar elementos muy valiosos dentro de la conciencia política de una buena parte de la población colombiana, generando espacios para el desarrollo de una vida democrática bajo el amparo de la Constitución de 1991.

Entrevista a José Alberto Tejada. “El periodismo no podrá ser jamás objetivo, neutral, lo que requiere es honradez intelectual”

José Alberto Tejada, periodista y director del Canal 2, se ha destacado por darle voz a los protagonistas del actual estallido social: los jóvenes. El cubrimiento que ha realizado de la protesta social es un periodismo en terreno, valiente y honrado. Entrevista exclusiva para La Palabra.

Darío Henao Restrepo (D.H.R.): ¿Cuál ha sido tu filosofía de cubrimiento de los hechos acaecidos en este mes de huelga como periodista?

En Engativá (Bogotá) los jóvenes resisten desde hace más de 60 días

Muy temprano, desde las 6.30 a.m. del miércoles 28 de abril, con la juventud a la cabeza, las gentes de Engativá acudieron a la convocatoria del Comité Nacional de Paro y de diversas organizaciones sociales y políticas a movilizarse en defensa de la vida, la democracia y contra la reforma tributaria y el ‘paquetazo’ económico y social del gobierno del subpresidente Duque.

Venom

Esta palabreja hace parte de las innovaciones del régimen para “proteger” las movilizaciones de protesta. El esmero por resguardar la vida de los colombianos llevó al mandato Duque-Uribe a adquirir este lanzador múltiple con capacidad de 30 cartuchos que pueden ser de gas o de aturdimiento, arma con efectos indiscriminados, hecho que la hace inapropiada para usarla contra manifestaciones, como manifiesta el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, quien añade: “no se conocían antecedentes de uso de este dispositivo en América Latina”.