El PTC rechaza la embestida de Trump contra Venezuela, Colombia y toda la región
En un acto claro de piratería internacional, el miércoles pasado se produjo la interceptación y posterior incautación de un buque petrolero venezolano de gran tamaño, por parte de las fuerzas militares estadounidenses. El asalto fue precedido por sobrevuelos de aviones de combate yanquis sobre el territorio del país vecino y por el cierre forzado impuesto a su espacio aéreo.
El operativo es el más grave de los emprendidos por Trump en la llamada operación Lanza del Sur, concebida supuestamente para combatir el narcotráfico y el terrorismo. Sin prueba alguna, arbitrariamente los gringos han bombardeado embarcaciones pequeñas en aguas del Caribe y del Pacífico, con un saldo de casi 100 pescadores asesinados.
Trump anunció con orgullo la incautación del buque petrolero venezolano y señaló que se quedarían con él y con el petróleo confiscado. La fiscal general dijo que se trataba de un buque que había sido antes sancionado por transportar petróleo hacia Irán. La imposición de sanciones a Venezuela por parte de la OFAC ha ocasionado enormes dificultades al país para comercializar el crudo, llevándolo a recurrir a países aliados para tal propósito.
Con este último asalto, Trump envía un mensaje claro y contundente: no solo pretende derrocar al gobierno de Maduro sino apoderarse del petróleo de Venezuela.
Pero no se trata solo del país vecino. El enfrentamiento con el presidente Gustavo Petro también se ha ido intensificando de manera peligrosa en los últimos días. Entre muchas amenazas recientes, hace dos días lo amenazó con el anuncio de que Colombia sería el próximo blanco de ataque.
La situación de la región caribeña parece agravarse, cuando se avecina la temporada de fin de año y el relajamiento previsible de la población. En este momento se encuentra allí aproximadamente un 20% de las fuerzas navales de Estados Unidos desplegadas en el mundo entero.
Trump está recurriendo a todas las estrategias. El “Pollo” Carvajal, antiguo funcionario de Chávez, está negociando desde una cárcel con el gobierno de Washington. Se sabe que entre más hable, mejor le irá en dicha negociación. Recientemente se refirió a la complicidad del “régimen” venezolano con grupos armados colombianos en el envío de drogas. Afirmó también que dicha estrategia habría sido impulsada originalmente por la “inteligencia cubana” y ejecutada con el apoyo de las FARC, el ELN y Hezbola” desde Venezuela.
Adicionalmente, pretendieron hacer un enorme despliegue mediático por la entrega del nobel de María Corina Machado, un evento que reunió a representantes de la ultraderecha latinoamericana, en particular la colombiana. Pero al mismo tiempo, dio pie para una movilización masiva en Oslo en repudio por la decisión de la Academia.
Ante tan grave situación y la perspectiva de una incursión certera en la región, la respuesta de sus gobiernos y pueblos, así como la del mundo entero, debe ser contundente, en rechazo a los piratas del Caribe y en respaldo a la soberanía nacional y la preservación de Latinoamérica como territorio de paz.
Tal como lo han señalado Nicolás Maduro y Gustavo Petro, es fundamental regresar al espíritu de la Gran Colombia y defender la unidad latinoamericana y caribeña.
Comité Ejecutivo Central
Partido del Trabajo de Colombia -PTC
Bogotá, D.C., diciembre 11 de 2025
