Colombia será Potencia Mundial de la Vida. Programa Pacto Histórico
Con el lema Colombia será Potencia Mundial de la Vida, el Pacto Histórico presentó su programa para el cambio, concebido como el inicio de una transformación a una vida digna, a la superación de la violencia y la justicia social, por la mitigación al cambio climático, y la consolidación de la paz en Colombia.
Por Édgar Ortiz
En la propuesta de gobierno se destaca que las transformaciones en Colombia deben llevarse a cabo con las mujeres en todas sus diversidades, y con sus diferentes formas de organización colectiva, con enfoques feministas y antipatriarcales, y con un sistema educativo que cierre las brechas de género y fomente el liderazgo de las mujeres a lo largo de todas las etapas de la vida; combatiendo la desigualdad, libres de violencia para garantizar su participación política.
Toda la institucionalidad y los programas de política están orientados por una perspectiva de género que reconozca a las mujeres en su diversidad étnica, cultural, y sexual, para que tengan prioridad y especial protección que les permita acceder a las políticas de empleo, vivienda, tierra, salud y educación.
En la primera parte “Colombia economía para la vida”, alude como para enfrentar la emergencia por cambio climático y la pérdida de biodiversidad se debe transitar hacia una economía productiva basada en el respeto a la naturaleza, dejando atrás el modelo extractivista y democratizando el uso de energías limpias para enfrentar los efectos del cambio climático y superar la crisis ambiental global que pone en juego la vida y la supervivencia de la especie humana.
El cambio climático que nos aflige afecta la seguridad y soberanía alimentaria, agrava las condiciones de salud pública, exacerba los conflictos ambientales que aceleran la deforestación, agota el agua, amenaza la biodiversidad y amplifica la ocurrencia y las consecuencias de los desastres.
Por tanto, busca restablecer el equilibrio reproductivo entre la sociedad y el ambiente con justicia social, donde prime la vida por encima de los intereses del capital económico, enfatiza toda nuestra riqueza ecosistémica y convierte el agua como eje ordenador del territorio, dando la importancia ambiental a los océanos, arrecifes, manglares, nevados, páramos, bosques, ríos y humedales. Propone las bases para una transición energética movida por el sol, el viento y el agua, orientado a un modelo basado en la producción y consumo responsable de basuras con el cierre de los botaderos a cielo abierto en todo el país y con el nuevo gobierno hacer de Colombia una “Potencia Mundial de la Vida” con soberanía hídrica y energética.
En la segunda parte “Colombia, sociedad para la vida”, el programa propone que la nación deje de ser una de las sociedades más desiguales del mundo, asegurando el cumplimiento de los derechos fundamentales, que permitan a la sociedad tener educación, salud, pensiones, vivienda, tierra, trabajo, y servicios públicos, bienes comunes garantes de la dignidad y la felicidad de las mujeres, la niñez, la juventud, los viejos y las viejas, la comunidad LGBTIQ+, el campesinado, los pueblos indígenas, afrodescendientes, negros, raizales, palenqueros, comunidad gitana, víctimas, migrantes, personas con discapacidad, y habitantes de calle.
Para alcanzar lo expuesto se requiere la democratización del estado, y la erradicación del régimen de corrupción, que nos llevará hacer parte de la agenda internacional por la lucha del cambio climático y la paz, que permita cumplir lo acordado en el Proceso de Paz y luche contra las economías ilegales propiciando la reparación efectiva e integral de las víctimas.
Tomado del muro de Gustavo Petro
Por Gustavo Petro
No le expropiaremos a usted nada, ni hago parte de las FARC, ni Colombia será como Venezuela, ni hago parte de sectas satánicas, ni me he robado un peso, no tengo fincas, ni casas de miles de millones, ni carros de lujo, sólo tengo una casa endeudada y practico el cristianismo.
No más engaños. No expropiaremos ni impediremos la generación de riqueza.
Proponemos democratizar la riqueza, que los campesinos y los pequeños productores tengan los recursos y los saberes necesarios para producir por sí mismos.
Proponemos canalizar los recursos del Estado para garantizar educación gratuita y de calidad hasta el nivel superior. ¿Es esto populismo? ¿Acaso la educación tiene que seguir siendo un privilegio para los que pueden pagar?
La crisis de la salud es una consecuencia de haberla entregado como negocio a intereses privados y clientelistas. Proponemos eliminar las EPS y construir un sistema de salud público, gratuito y de calidad. Si en países más pobres ha sido posible, ¿por qué en Colombia no?
La explotación indiscriminada de petróleo y carbón genera riquezas a las multinacionales, mientras que los pueblos quedan lidiando con graves problemas ambientales.
Proponemos la implementación gradual de energías limpias y el fortalecimiento de la agricultura y la industria, porque es ésa la verdadera fuerza productiva de nuestro país.
Colombia puede convertirse en Venezuela si nuestra economía sigue dependiendo del petróleo y el carbón. En cambio, proponemos que nuestra economía crezca a partir de la gran capacidad de trabajo y del talento de nuestra gente, en la producción agrícola e industrial y en la generación de conocimiento.
Éste no es el camino de Venezuela, sino de los países más desarrollados que han entendido que sólo si la gente tiene la posibilidad de trabajar y de formarse, podrá mejorar la calidad de vida y ser competitivos en el contexto global.
En Colombia, el 1% de las familias ricas del campo concentran el 60% de las tierras aptas para producir. Miles de campesinos, que son quienes realmente producen, no tienen tierras. Éste es el origen de la injusticia social y la miseria en el sector rural en Colombia.
Proponemos adelantar una política agraria orientada a que los campesinos puedan acceder a tierras propias y a capitales que les permitan producir. Siendo un país en desarrollo, a partir de una política como esta, Taiwan ha logrado reducir la desigualdad y crecer más que todos los países del mundo.
Si a la idea de comprarle las tierras improductivas a los latifundistas para dárselas a los campesinos, que es nuestra propuesta, le dicen “castrochavismo”, ¿cómo se llama quitarles las tierras a los campesinos para dárselas a los latifundistas, que es lo que han hecho tantos políticos en Colombia aliados al paramilitarismo?
¿Quiénes son los que expropiaron viviendas a través de los créditos impagables del sistema UPAC?
¿En manos de quiénes están las tierras arrebatadas a los campesinos por parte de grupos paramilitares?
Si Petro es presidente, la reforma laboral del gobierno Uribe se deroga.
Significa que el día laboral vuelve a ser hasta las 6 p.m.; la semana, hasta el viernes; la jornada, de 8 horas, y los contratos laborales vuelven a ser laborales, no contratos espurios de prestación de servicios de 3 meses.
No es cierto que si la gente gana mejor salario, se crean menos empleos, como tampoco es cierto que si se bajan los impuestos a los más ricos, se generan más empleos.