Hace casi 50 años, los países del Sur Global se unieron alrededor de una declaración de principios sobre cómo debería reorganizarse el orden económico mundial estructurado en torno a los intereses de los vencedores occidentales de la Segunda Guerra Mundial.
La Declaración adoptada el 1o de mayo de 1974 consagraba como derechos de los países, entre otros:
La igualdad soberana de todos los Estados, la libre determinación de los pueblos acompañada de la no injerencia en sus asuntos internos y una participación efectiva en la discusión y solución de los problemas mundiales;