Movilización social y política

A Duque le explotó en las manos la bomba social

No hay ninguna conspiración de izquierda para tumbar el gobierno de Duque. Es quimérico el intento de la ultraderecha de persuadir de ello a la sociedad colombiana. Y muy pobre su estratagema de, a falta de evidencia alguna, repetir las tesis descabelladas de un embaucador neonazi y culpar al gobierno de Venezuela, o presentar a Petro como el portentoso creador de la protesta popular. Las acusaciones del expresidente Uribe no son más que una insidiosa cortina de humo.

Copa Libertadores en medio del paro: “Sin justicia social no hay fútbol”

¨El alcalde de Barranquilla confirma que le pusieron reggaeton
en el vestuario al plantel de River
para que no escucharan los tiros en las cercanías al estadio.
Cada vez más parecido a lo que sufrió el pueblo argentino en el 78.
Fútbol y circo, para tapar la realidad¨.

Twit del periodista argentino Pablo Carroza

Repudio a la agresión militar, garantías a la protesta: exigencia universal

El gobierno nacional creyó que la gran movilización del 21N de 2019 “contra el paquetazo de Duque”, convertida en una vigorosa protesta, había sucumbido. La indiferencia y el desprecio con que trató las justas exigencias de amplios sectores levantados en protesta, sumadas a la pandemia en medio del temor al contagio, paralizaron temporalmente las aglomeraciones públicas. Sin embargo, la crisis social estaba viva. Faltaba una chispa para levantar el ánimo, para encender el ambiente.

20 años de creciente movilización social y política. Parte III. Colombia en la noche oscura y la Bogotá rebelde

En el capitulo anterior, crisis y vientos del sur, comentamos cómo en la primera década de este siglo la crisis global del sistema capitalista empieza a extender tragedias sociales en los países desarrollados, mientras que en Suramérica, un conjunto de gobiernos alternativos logra sacar a 70 millones de personas de la pobreza.

20 años de creciente movilización social y política

Parte I: El anochecer

La esperanza de un mejor porvenir social que nos llene de motivación a estudiar, investigar y trabajar día a día, se ve ensombrecida para millones de jóvenes colombianos. Según las mismas cifras oficiales, el desempleo juvenil cerró el 2020 en 21,6% [1], si no fuera suficiente, el conteo diario de asesinatos de líderes sociales y masacres de jóvenes ha elevado la cuenta a 1.139 víctimas [2], ante la mirada indolente del gobierno, cuyo mandato ha sido el de mayor violencia desde la firma de los acuerdos de paz [3].