Derechos

La desfachatez como política: a propósito de la nueva tentativa en torno a la Ley de Garantías

Que la política colombiana sea altamente contradictoria y corrupta, es una afirmación que hoy no sorprende a nadie. La existencia de clientelismo a gran escala y en gran parte del territorio, de tendencias peligrosamente autoritarias, y de un debate político dominado por el personalismo y las agendas oscuras, con intenciones mezquinas y electoreras, tampoco asusta a nadie, pero indigna a muchos. Sorprende tal nivel de descaro, de ausencia por lo menos de las “apariencias”, de las “formas”, de las medidas, de las proporciones. Es tal la desfachatez, que parece irreal.